¿Qué es un pterigión?
El pterigión es un crecimiento anormal de la conjuntiva, enrojecido y blanquecino, que invade la córnea. Suele afectar más el lado cercano a la nariz, aunque puede estar en el lado externo o en ambos ojos.
Aunque indoloro, sus síntomas varían según su tamaño. A medida que crece, puede causar molestias como lagrimeo, enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño en el ojo. En casos graves, puede amenazar la visión al cubrir más la córnea y causar astigmatismo. Consultar a un especialista es vital ante cualquier síntoma para evitar complicaciones y preservar la salud visual.
¿Causas y Factores de Riesgo del Pterigión?
La causa precisa del pterigión aún es desconocida, aunque factores como la exposición solar prolongada y la sequedad ocular son los principales impulsores de su desarrollo. Por esta razón, es más común en individuos que pasan largos períodos al aire libre, especialmente en climas soleados, cálidos y ventosos. Además, la exposición a contaminantes, polvo, suciedad, alérgenos y productos químicos.
Este patrón de riesgo se traduce en una variación significativa en la prevalencia del pterigión según la ubicación geográfica. En determinadas regiones, puede afectar a una proporción sustancial de la población.
¿Cómo se Diagnostica el Pterigión?
El proceso diagnóstico del pterigión generalmente no demanda exámenes complejos, sino que puede ser confirmado mediante una evaluación ocular y de los párpados. Un examen físico básico es suficiente para establecer el diagnóstico.
Tratamiento del Pterigión: ¿Cómo Abordarlo?
En el caso de pterigiones de menor tamaño, en ocasiones no es preciso someterse a tratamientos. No obstante, se pueden emplear colirios para hidratar los ojos y aliviar las molestias. No existe una terapia farmacológica que logre su eliminación completa. En situaciones donde el pterigión crece y afecta la visión, es crucial considerar la opción quirúrgica.
La cirugía, destinada a extirpar la porción afectada de la conjuntiva, es la alternativa requerida. En este procedimiento, se reemplaza el tejido comprometido por tejido sano de la misma conjuntiva del paciente, mediante una técnica llamada autoinjerto conjuntival. La precisión en la ejecución de esta cirugía es crucial para eliminar por completo el pterigión y reducir las probabilidades de su recurrencia.
¿Es Posible Prevenirlo?
La prevención más efectiva involucra salvaguardarse de los daños de los rayos UV, un importante factor de riesgo, y otros elementos vinculados al pterigión.
En situaciones donde un pterigión no requiere cirugía, la vigilancia oftalmológica regular es esencial. Esto asegura su no proliferación y evita la necesidad de cirugía. Si el pterigión progresa, la detección temprana mediante exámenes periódicos es crucial para preservar la visión.
Adicionalmente, aquellos que han tenido pterigiones previos deben ser cautelosos y buscar atención médica rápidamente ante la reaparición de síntomas. Tomar precauciones y un seguimiento adecuado pueden minimizar el riesgo y mantener la salud ocular.
Especialistas
Dr. Luis Felipe Vejarano Restrepo
Dr. Alberto Vejarano Cucalón
Dra. Leidy Martínez